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El Quinto Sol: La Creación de la Humanidad y el Rol Sagrado del Xoloitzcuintle

Dios Xolotl y sus avatares incluyendo el perro xoloitzcuintle. (ComicRMZ)
Dios Xolotl y sus avatares incluyendo el perro xoloitzcuintle. (ComicRMZ)

La cosmovisión mexica, rica en simbolismos y deidades, nos ofrece relatos profundos sobre la creación del universo y el ciclo eterno de la vida y la muerte. Uno de sus mitos más significativos es el de la creación del Quinto Sol, la etapa actual del mundo según su creencia, y en él destaca la figura del dios Xólotl, cuyo sacrificio permitió la continuidad de la vida. En este mito, también tiene un papel fundamental el xoloitzcuintle, el perro sin pelo de México, quien se convirtió en un guía sagrado para las almas y en un vínculo entre los vivos y los muertos.

 

 La Creación de los Soles y la Última Humanidad

 

Según los mexicas, el universo había pasado por cuatro eras previas a la actual, cada una simbolizada por un sol. Cada una de estas eras fue destruida por cataclismos que terminaron con la vida tal como se conocía en ese momento, para dar paso a una nueva creación. Después de la destrucción del Cuarto Sol, el mundo estaba sumido en oscuridad, y los dioses se reunieron en Teotihuacán, donde tomaron la decisión de crear un nuevo sol para iluminar la Tierra y dar vida a la Quinta Humanidad.

 

Para dar vida al nuevo Sol, era necesario que un dios se sacrificara lanzándose al fuego. Nanahuatzin, un dios humilde y modesto, y Teucciztécatl, un dios más orgulloso y opulento, se ofrecieron voluntarios. Sin embargo, fue Nanahuatzin quien finalmente tuvo el valor de lanzarse al fuego y convertirse en el Quinto Sol. Aun así, el nuevo sol no se movía en el cielo, permaneciendo inmóvil. Para que este comenzara a girar y diera calor y luz, todos los dioses tuvieron que ofrecer su vida en sacrificio.

 

 La Huida de Xólotl y su Conexión con el Xoloitzcuintle

 

Uno de los dioses que debía sacrificarse era Xólotl, una deidad compleja asociada a lo dual y lo oscuro, que encarnaba conceptos de muerte y transformación. Xólotl era hermano gemelo de Quetzalcóatl y guardián de las almas. Sin embargo, cuando llegó el momento de entregarse en sacrificio, Xólotl se resistió y huyó, temeroso de su destino.

 

Durante su huida, Xólotl utilizó sus poderes para transformarse en distintas formas y evadir el sacrificio: primero se convirtió en una planta de maíz de doble caña, luego en un maguey de doble hoja y, finalmente, en un xoloitzcuintle, el perro sin pelo que sería su representación en el mundo terrenal. A pesar de sus esfuerzos, Xólotl fue encontrado en cada una de sus formas y finalmente fue sacrificado, permitiendo que el Quinto Sol comenzara a girar en el cielo. Su sacrificio simboliza el papel del sacrificio y la transformación en el ciclo cósmico, donde incluso los dioses debían dar sus vidas para la continuidad del universo.

 

 El Xoloitzcuintle como Guía de las Almas en el Mictlán

 

En la mitología mexica, el xoloitzcuintle es una representación de Xólotl y desempeña un rol crucial como guía de las almas en su viaje al Mictlán, el inframundo. Los mexicas creían que cuando una persona moría, su alma tenía que atravesar diversos obstáculos y pruebas antes de alcanzar el descanso eterno. Uno de estos obstáculos era el río Apanohuacalhuia, que separaba el mundo de los vivos del Mictlán. Para cruzarlo, las almas necesitaban la ayuda de un xoloitzcuintle.

 

El xoloitzcuintle, con su conexión sagrada con Xólotl, acompañaba y guiaba a las almas en su recorrido por el Mictlán, protegiéndolas de los peligros y asegurando su llegada al lugar de descanso. Debido a esta función, el xoloitzcuintle era profundamente respetado por los mexicas y era considerado un símbolo de lealtad, protección y guía espiritual.

 

El Papel Sagrado del Xoloitzcuintle en la Cultura Mexica

 

La conexión del xoloitzcuintle con Xólotl y su rol como guía de las almas en el inframundo lo convirtieron en un animal sagrado en la cultura mexica. Más que un simple perro, el xoloitzcuintle era visto como un vínculo entre la vida y la muerte, un ser que acompañaba tanto a los vivos como a los muertos en sus trayectos. Esta relación trascendió el tiempo y aún hoy el xoloitzcuintle es símbolo de protección y misticismo en México, recordándonos la complejidad y la riqueza de las creencias antiguas.

 

Así, el mito del Quinto Sol no solo narra la creación del mundo actual según los mexicas, sino que también nos muestra cómo el sacrificio de los dioses, incluido Xólotl, y el papel del xoloitzcuintle se entrelazan para dar sentido a la vida, la muerte y el viaje eterno de las almas.

Somos Xolos Ramirez, El Mejor Criadero Xoloitzcuintle en México.

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