📰 Reportaje Histórico para Xolos Ramírez

🌄 El Comienzo de la Travesía: El Xoloitzcuintle en el México Prehispánico
Mucho antes de la llegada de los españoles, el xoloitzcuintle era más que un perro: era guía, medicina, compañía y espíritu sagrado. En el mundo mexica y otras culturas mesoamericanas, se le consideraba un nahual, un ser que conecta con el mundo espiritual. Su nombre proviene de “Xólotl”, dios mexica del ocaso y del inframundo, y “itzcuintli”, que significa perro.
A estos perros se les atribuían funciones ceremoniales, eran enterrados junto a los muertos para guiarlos al Mictlán, y también eran utilizados en rituales de sanación por el calor que emana de su cuerpo. El xoloitzcuintle era, por tanto, un símbolo vivo de la espiritualidad indígena.
⚔️ La Conquista: El Encuentro con los Españoles
Con la llegada de Hernán Cortés y sus tropas en el siglo XVI, la vida de los xoloitzcuintles dio un giro brutal. Los conquistadores españoles, en su mayoría desconocedores de las creencias indígenas, vieron al xolo con ojos distintos: como un simple animal salvaje, o incluso como una amenaza por su aspecto inusual —desnudo, elegante y con una mirada profunda.
Algunos cronistas como Bernal Díaz del Castillo mencionan a los xoloitzcuintles de manera incidental, principalmente como alimento. En efecto, los españoles comenzaron a cazar y consumir a los xoloitzcuintles como carne exótica, sin comprender su importancia simbólica. Su población comenzó a disminuir rápidamente, y con la prohibición de ritos indígenas, también se fue ocultando su presencia cultural.

🔥 Casi Extinción: El Silencio Forzado del Xoloitzcuintle
Durante la Colonia, los rituales prehispánicos fueron reprimidos por la Iglesia y las autoridades virreinales. El xoloitzcuintle, tan ligado a prácticas ancestrales, fue marginado. En muchas regiones su crianza se volvió clandestina. Quienes lo mantenían lo hacían en secreto, lejos de los ojos inquisidores, como una forma silenciosa de resistencia.
En las zonas más aisladas —como regiones montañosas de Guerrero, Oaxaca y Veracruz— algunas familias indígenas siguieron criando xoloitzcuintles como parte de sus costumbres, sin jamás olvidarlos del todo. Fue allí, en la sierra, en la penumbra de la historia oficial, donde la raza sobrevivió.
🌱 El Rescate del Siglo XX: Arte, Ciencia y Resistencia
No fue sino hasta el siglo XX que el xoloitzcuintle comenzó a renacer en la conciencia nacional. Artistas como Diego Rivera y Frida Kahlo lo pintaron en sus obras como símbolo de identidad indígena, de raíz profunda. En sus casas de Coyoacán los xolos caminaban libres entre pinceles, revolucionarios y poetas.
En paralelo, algunos científicos y criadores comenzaron a estudiar a la raza para preservarla. En 1956, el xoloitzcuintle fue reconocido oficialmente por la Federación Canófila Mexicana como una raza nacional, y se iniciaron programas de conservación genética con los ejemplares encontrados en zonas rurales.
🔊 Hoy: El Xoloitzcuintle Vive, Resiste y Guía
En la actualidad, el xoloitzcuintle ha resurgido no sólo como patrimonio nacional, sino como compañero terapéutico, símbolo cultural y estrella de arte contemporáneo. Criaderos responsables como Xolos Ramírez nos encargamos no sólo de conservar su linaje, sino de devolverle su lugar en la historia y en el corazón de los mexicanos.
Cada cachorro, cada familia que lo recibe, cada niño que lo abraza o artista que lo dibuja, es parte de la resistencia cultural que comenzó hace quinientos años. El xoloitzcuintle no desapareció. Se escondió, esperó, y ahora camina otra vez, firme, con la frente en alto.
📜 Fuentes Consultadas:
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Crónicas de la Conquista – Bernal Díaz del Castillo
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El Perro sin Pelo Mexicano, de Rafael Lara Grajales
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Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
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Archivos de la Federación Canófila Mexicana
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Testimonios orales de comunidades indígenas del sur de México
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