El registro genealógico de Esquite, Tuna y Anáhuac no solo celebra a estos tres ejemplares, sino que también resalta la importancia de la conservación de la raza xoloitzcuintle como un patrimonio cultural de México. Este proceso asegura que las futuras generaciones de xolos mantendrán su pureza y autenticidad, siendo embajadores de la rica historia y tradición de nuestro país.